José FC Sierra Arévalo. Directora de I+D+i

Con la publicación en el BOE de Real Decreto Ley 18/2022 que permite el acceso a comunidades de propietarios con centralización en el barrio TUR, los vecinos pueden acceder a la tarifa regulada de gas. El acceso a esta tarifa está sujeto a una serie de condiciones, entre las que se encuentra la individualización del consumo de calefacción. Es decir, el acceso a un suministro de gas más barato está condicionado al consumo individual de cada uno de los habitantes de un municipio.

Con la individualización, como propietarios conoceremos nuestro consumo de calefacción y este es el primer gran paso para poder llevar a cabo medidas de ahorro y eficiencia energética en nuestros hogares. En cuanto sabemos medir, las medidas de ahorro energético cobran todo su sentido, siendo la domótica el gran aliado para ahorrar en nuestra factura energética.

Según Eurostat y el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), el consumo medio de calefacción de un apartamento en la Zona Continental es el 43,9% del consumo total de energía. Para mejorar la eficiencia y el ahorro energético es necesario actuar reduciendo la demanda energética y optimizando los sistemas de calefacción y refrigeración.

La domótica ayuda a reducir la demanda actuando sobre los elementos pasivos de la casa y optimiza la producción controlando los elementos activos.

Él elementos pasivos Son las que hacen que nuestra casa esté menos expuesta a la intemperie exterior, por ejemplo, la automatización de persianas reduce la ganancia solar térmica que sufren las fachadas más expuestas durante el verano y la automatización de persianas reduce las pérdidas de transmisión al bajarlas automáticamente en las noches de invierno. .

Él elementos activos Son ellos quienes actúan sobre nuestros sistemas de producción de calor y frío para adaptar su funcionamiento a nuestras necesidades de confort térmico.

Después de la individualización, generalmente se instalan válvulas termostáticas en los radiadores, para modular la temperatura en la habitación servida por el radiador. Con la domótica se puede ir más allá y tratar los diferentes sistemas de generación como uno solo, garantizando comodidad y ahorro. La domótica permite captar de forma independiente la temperatura de cada estancia y actuar sobre la caldera, la bomba de calor, el fancoil, el split, el radiador, el suelo radiante/refrescante… para sacar el máximo partido al frío/calor. cómodo y económico.

Por tanto, un sistema domótico no solo debe permitir controlar la iluminación y crear diferentes escenas, sino que también debe estar integrado verticalmente en la casa, actuando tanto sobre los sistemas pasivos, para reducir la exposición a la intemperie exterior, como sobre los elementos activos, asegurando el suministro de frío/calor más adecuado en cada momento. Los mayores ahorros se logran cuando se combinan estas dos características.

Estudios del IDAE apuntan a que la domótica ahorra un 39% en calefacción, un 27% en agua caliente, un 12% en electrodomésticos, un 9% en iluminación y un 2% en climatización. Según CEDOM (Asociación Española de Domótica), el ahorro medio total puede rondar el 30% y puede llegar al 50% según nuestra experiencia.

Para seleccionar el estándar más adecuado tendremos en cuenta la facilidad de uso, que sea intuitivo, la posibilidad de controlarlo con y sin conexión a internet y que sea compatible con altavoces inteligentes. Que tenga capacidad para integrar todos los elementos Smart (inteligentes) de la casa y que actúe globalmente sobre ellos. La ciberseguridad es cada vez más importante. La privacidad de los datos es fundamental y que nuestra casa siga siendo eficiente, aunque no tengamos comunicación por internet también es eficiente.