Animales en condiciones inadecuadas, aires acondicionados mal instalados o realizar actividades ilegales dentro de una vivienda son algunas de las situaciones molestas más comunes que enfrentan las comunidades vecinas en su día a día. Según la Ley de propiedad horizontal, en su artículo séptimoLas actividades incómodas se definen como todas aquellas prohibidas por los estatutos y que son perjudiciales para la explotación, con especial énfasis en todas las actividades de naturaleza nociva, nociva, peligrosa o ilegal.
Tener un administrador de propiedad universitario es un requisito esencial para lidiar con estas situaciones, ya que las actividades aburridas son un gran punto de tensión en las reuniones vecinales. El administrador de la propiedad ayudará a aliviar la tensión y manejar la situación, buscando la solución adecuada al conflicto mediante la mediación entre las partes.
Poner fin a una actividad aburrida
El principal objetivo del administrador inmobiliario es poner fin a la actividad aburrida, para ello debe evaluar su severidad según los parámetros que establece la ley:
- ¿Esto afecta los elementos comunes o ocurre dentro de una propiedad?
- ¿Interrumpe esto el desarrollo de las relaciones sociales con los vecinos?
- ¿Causa una incomodidad notable?
- ¿Existe alguna evidencia de que realmente ocurra una actividad aburrida?
Con base en estos valores, el administrador inmobiliario debe considerar la mejor solución posible por vía legal. Bien recurriendo a las autoridades policiales si se trata de una situación de flagrante ilegalidad, o ejerciendo el papel de mediador en el caso de una actividad perturbadora de menor gravedad.
Consecuencias de realizar actividades aburridas
En ocasiones situaciones de tensión pueden generar un malestar muy intenso en la comunidad, como en situaciones en las que el inquilino responsable decide voluntariamente no frenar las prácticas inapropiadas y el administrador de la propiedad considera que el camino de la mediación está agotado.
Después del proceso de mediación, el Administrador de la Propiedad solo debe recurrir a medios legales, incluso si posteriormente descubrió que la actividad molesta no era ilegal. Una vez que el caso está en manos de un juez, la última decisión corresponde al magistrado, pero hay que tener en cuenta que hay jurisprudencia, para poder sancionar al imputado con indemnización para el demandante y privación de uso de la propiedad hasta por tres años, en casos extremos.
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