Con cada vez más perros en las calles de Madrid – y por tanto en sus casas – los vecinos «peludos» se han sumado a la lista de motivos habituales de conflicto en las comunidades de propietarios.

Aunque lo habitual en las comunidades de propietarios de viviendas es que nos encontremos con problemas provocados por la actividad de los residentes « humanos », vivir con mascotas, principalmente perros y gatos, no es solo una cuestión de rutina. tendencia. Y a veces son ellos, los vecinos de cuatro patas, quienes inician el conflicto.

Teniendo en cuenta el aumento de mascotas en los edificios comunitarios, tiene sentido que también haya un aumento en las brechas entre propietarios, siendo el principal agravio los ladridos de los perros. El ruido. Sin duda, la causa más frecuente de conflicto en las comunidades, ya sea por actividades humanas o caninas. Y en este punto se aplica la misma regla a personas y animales, que establece la Ley de propiedad horizontal, que, en el punto 2 del artículo 7, dicta: «El propietario y ocupante del apartamento o local no pueden realizar actividades en el mismo o en el resto de la propiedad que estén prohibidas por los estatutos, que sean perjudiciales para la propiedad o que contravengan las disposiciones generales sobre vergüenza, insalubridad, actividades nocivas, peligrosas o ilegales ”. Y sí, el ruido puede ser realmente molesto.

En el caso de que se trate de un animal doméstico que moleste por hacer ruido (ladrar por la noche o incluso de manera persistente en cualquier momento del día), las acciones a realizar por los residentes lesionados son idénticas a las recomendadas si se tratara de un vecino. poner la música, por ejemplo. El primer paso recomendado es siempre el diálogo: exponer el problema al dueño del animal y presionarlo para que lo resuelva. Si esta medida no da sus frutos, será necesario recoger pruebas de la actividad molesta y en caso de ruido esto significa recurrir a la Policía Local para medir los decibelios que sufren los vecinos, para que la comunidad considere una acción de cese. de actividades aburridas o prohibidas en los estatutos.

Pero no siempre encontramos que sean los ladridos de los perros los que provoquen fricciones en una comunidad de propietarios. A veces es la mera presencia del perro en los espacios comunes la que provoca el conflicto. Obviamente, no todo el mundo está dispuesto a interactuar con los animales. Podemos estar frente a un vecino con miedo a los perros o gatos, por ejemplo, o incluso con un problema de salud: tiene alergia a un animall. Y en estos casos, la colisión principal suele producirse en el ascensor. ¿Es obligatorio que un propietario comparta ascensor con otro residente que esté acompañado por un animal? Claro que no. Pero de la misma forma, no es habitual encontrar en los estatutos la prohibición del uso del ascensor para animales, por lo que estaríamos ante el derecho a utilizar instalaciones comunes para humanos y animales. Y de nuevo, lo mejor pasa a través del diálogo: se evitan diferentes viajes y colisiones.

Y en el uso de elementos comunes, cuando una comunidad dispone de patio, jardín, piscina o cualquier otro espacio que pueda entenderse como un uso recreativo comunitario, también es habitual la cuestión de si permitir residentes con mascotas. con sus mascotas, e incluso en qué condiciones. La forma más sencilla de evitar conflictos es que cuando la asamblea de propietarios determina las reglas de uso de estos espacios comunes, ellos tienen en cuenta la posibilidad de presencia de animales y deciden si la prohíben o permiten, y en este último caso si Es fundamental, por ejemplo, que el animal se mantenga con correa o mediante algún tipo de sujeción que le impida moverse libremente en el recinto.

Finalmente, también cabe señalar que cuando la ley de propiedad horizontal establece que los propietarios y ocupantes no pueden «Actividades insalubres»En esta categoría, sin duda, se incluye el hecho de que los animales orinan o defecan en las zonas comunes. Los residentes con mascotas no solo deben evitar que esto suceda, sino que si sucede, deben encargarse de la limpieza necesaria.

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