«Sería absolutamente imposible exterminarlos». Así lo demostró la rotunda Milagros Fernández de Lezeta, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Salud Ambiental (ANECPLA), hace unos años en un informe sobre las cucarachas en Madrid. Apeló no solo a nuestra incapacidad para eliminarlos de forma permanente, sino también al hecho de que «todos los seres vivos tienen una función» y en el caso de la cucaracha es «consumir nuestros desechos». Como la existencia de la procesionaria del pino «beneficia a muchas especies insectívoras», como ha subrayado el Ayuntamiento de Majadahonda al explicar su planear controlar la expansión de esta oruga. Porque estamos tratando de limitar la proliferación de especies animales potencialmente dañinas para evitar que se conviertan en plagas. E incluso eso no es fácil.

Ver también: Termitas y Casco Antiguo de Madrid – Ciudad y Comunidad (cafmadrid.es)

De hecho, los municipios suelen contar con un servicio especializado en plagas o vectores (el término más común en el lenguaje administrativo), ya que las opiniones de los ciudadanos sobre la existencia de plagas se dan mes tras mes, año tras año. Incluso la Comunidad de Madrid cuenta con una completa guía informativa en su web y, aunque destaca que la protección de la salud pública es una competencia municipal, en 2018 publicó su propio plan autonómico de vigilancia y control de vectores. En él, propone “una serie de actividades de vigilancia, control y prevención de vectores cuya presencia puede crear graves problemas de salud pública en la Comunidad de Madrid, como flebotomos, mosquitos, simúlidos y garrapatas”.

La limpieza, el orden y el mantenimiento son las tres claves para evitar la aparición de plagas

Aunque estos animales pueden ser portadores de las enfermedades más graves, de lejos no son los que más proliferan y afectan más a los madrileños. Las cucarachas, roedores, chinches y, sí, los mosquitos mencionados anteriormente son las plagas más comunes en áreas más urbanas. En zonas más rurales, se enfrentan a otros animales como la procesionaria. E incluso hay problemas puntuales en los edificios, como la presencia de termitas, o urbanizaciones con espacios verdes, con hormigas o avispas.

Plan de acción

Hemos revisado las acciones preventivas recomendadas por los principales ayuntamientos de la Comunidad y hemos elaborado una pequeña guía de buenas prácticas para evitar que nuestras comunidades de propietarios se enfrenten a una plaga. El lema general sería limpieza, orden y mantenimiento.

–Buena gestión de residuos. Esto implica cerrar las bolsas y colocarlas en los contenedores (que están preparados para evitar el acceso de alimañas) durante las horas autorizadas. Los desperdicios de comida no deben ser arrojados a los baños ni dejar ningún tipo de desperdicio en las parcelas, jardines, patios … Los contenedores y / o espacios habilitados en la finca para depositar los desperdicios deben ser higienizados periódicamente. Además, si hay contenedores, hay que estandarizarlos, porque, como decíamos, son a prueba de plagas.

–Evita el estancamiento del agua. Se deben revisar los sótanos, patios, garajes y espacios verdes para detectar áreas de retención de agua y, de ser así, se debe corregir esta situación. Compruebe también que las tuberías (grifos, tuberías de riego, etc.) no tengan fugas.

–Si la finca tiene áreas ajardinadasEs necesario vigilar su correcto mantenimiento, evitando las malas hierbas, el crecimiento excesivo de las plantas y la acumulación de hojas. También conviene controlar las cubiertas vegetales y las plantas rastreras desinfectandolas para evitar que se conviertan en refugio de plagas.

–Mantenga el edificio en buen estado. Se debe garantizar un adecuado mantenimiento de los sistemas de saneamiento y saneamiento, desde la casa hasta la calle.

–Reparar grietas, Encajar defectos en carpintería y tuberías y juntas entre paredes y pisos, sellando los huecos para evitar que se convierta en un camino o espacio de anidación.

–Verifique el empaque de alimentos y suministros para asegurarse de que no haya ningún animal o huevo escondido allí.