
Por Juanjo Bueno
La modificación de Código técnico de edificación (CTE), aprobado por el gobierno en diciembre de 2019 y que será de obligado cumplimiento a partir de junio de 2020, mejorará el rendimiento energético del edificio teniendo en cuenta la salud, el confort y la seguridad de los usuarios.
Este documento revisa los requisitos en términos de ahorro energético e incorporación de energía procedente de fuentes renovables en el sector de la construcción, fundamental para avanzar hacia una economía baja en carbono competitiva en 2050.
En febrero de 2018 entró en vigor en España una directiva europea que exigía la adopción de medidas contra el radón
Además de la modificación completa del Documento básico sobre ahorro energético (DB-HE) y una específica referida a la «propagación externa» incluida en el Documento básico sobre seguridad contra incendios, una de las principales novedades fue la nueva sección “Protección contra la exposición al radón” incorporado en el “Documento básico de salud”.

Una novedad largamente esperada en el sector porque, ya en febrero de 2018, entró en vigor en España una directiva europea de 2013 que exigía la adopción de medidas contra el radón, incluidas las más importantes, eliminando este gas de los hogares. Sin embargo, a diferencia de otros países europeos, nuestro país aún no había incluido este requisito en su legislación.
Desde entonces, varios grupos, como el Colegio Oficial de Geólogos, habían exigido regulaciones claras que sirvieran para informar y educar a la población sobre los riesgos del radón, que se incluyó en el CTE, como finalmente sucedió.
Por primera vez, el CTE establece el nivel de referencia nacional para las concentraciones de radón en áreas cerradas e incluye medidas regulatorias para limitar la penetración de este gas en los edificios según el municipio donde se ubiquen. De esta manera, la exposición de las personas al radón es limitada, reduciendo así los riesgos asociados con él.
Según la OMS, el radón es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco
No olvidemos que el radón es un gas radioactivo y cancerígeno que proviene de rocas y suelos, es decir, se encuentra en la propia naturaleza. En otras palabras, resulta de la desintegración de minerales radiactivos contenidos en rocas ígneas o metamórficas, como el granito o la pizarra.
Si bien no suele aparecer en niveles elevados en exterior, podemos encontrarlo en nuestros hogares, especialmente en zonas con suelos muy permeables. En grandes cantidades (superiores a 300 Bq / m3) si se inhala el tiempo suficiente, puede ser cancerígeno. Según la OMS, el radón es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco y establece el límite en 100 Bq / m3 para la toma de medidas preventivas.
¿Dónde se puede encontrar? Madrid, Galicia y las regiones del oeste de España son las regiones con mayor concentración de radón debido a la abundancia de suelos graníticos y pizarrosos, según los geólogos.
Este gas se acumula en los sótanos y sótanos de las casas, por lo que es recomendable aislar bien el piso y sellar la casa, así como ventilar bien.
Madrid, Galicia y las regiones del oeste de España son las regiones con mayor concentración de radón
Todos los edificios contienen radón en concentraciones generalmente bajas. Sin embargo, existen zonas geográficas donde, por su geología, es más probable encontrar edificaciones de altos niveles. La mapeo del potencial de radón En nuestro país, desarrollado por el Consejo de Seguridad Nuclear, categoriza áreas del territorio estatal según sus niveles de radón y, en particular, identifica aquellas en las que un porcentaje significativo de edificaciones residenciales tienen concentraciones superiores a 300 Bq / m3.
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