
Para Guillermo Alonso, ingeniero industrial
Sin ninguna duda, cuando las instalaciones solares térmicas funcionan bien, los beneficios para los vecinos son inmensos. Las comunidades de propietarios que cuentan con este tipo de sistemas aprovechan la luz solar para producir, sin desperdiciar combustible, agua caliente sanitaria (ACS) e incluso calefacción. Por experiencia propia hemos comprobado que en las instalaciones mejor diseñadas y optimizadas los rendimientos pueden ser superiores al 115%.
Sin embargo, la realidad es que hay otros edificios residenciales donde estas instalaciones no están bien diseñadas, o un mal funcionamiento debido a un mantenimiento inadecuado que ha terminado provocando averías.
Algunas de las averías más habituales son que hay fugas o, en tiempo frío, no se ha añadido anticongelante al circuito solar térmico, por lo que acaba provocando la explosión de algunos de los paneles.
Regulación y control
Lo grave de esta situación es que Los vecinos no se dan cuenta de que su campo solar no funciona hasta que es demasiado tarde y es hora de volcarse para reparar la instalación.. O cuando reciben la factura de la energía, encuentran que es más alta de lo habitual ya que, cuando se avería la instalación solar térmica, se sigue produciendo agua caliente y calefacción gracias a la caldera, por lo que aumenta el coste del combustible.
Para evitar este tipo de situaciones es recomendable tener un buen sistema de regulación y control, como la telegestión, que mantiene la instalación constantemente monitorizada y alerta instantáneamente al responsable de mantenimiento si se produce algún tipo de avería en el campo solar como baja presión, sobrecalentamiento, fugas, etc.
Si no cuentan con un sistema de regulación y control, se deben realizar revisiones de la instalación solar térmica al menos cada dos semanas. Sin embargo, esta solución generalmente no es viable debido a su alto costo, por lo que varias veces los exámenes se hacen cada tres meses, luego los problemas comienzan a ser graves, incluso con paneles que se han reventado.
Si a un adecuado mantenimiento se le suma un servicio de gestión energética, que optimiza el funcionamiento de la instalación térmica, los beneficios energéticos y económicos se multiplican
Por todos estos motivos, conviene que las comunidades de propietarios invierten en la instalación de un buen mecanismo de regulación y control en su instalación solar térmica. Una solución que, en muchos casos, se compensa con el ahorro energético obtenido. Y eso es todo, no debemos olvidar que cuanto más eficiente sea la instalación solar térmica, menos combustible consumirá.
Si, además de un correcto mantenimiento, se contrata un servicio de gestión energética, que optimiza el funcionamiento de la instalación térmica en su conjunto, los beneficios energéticos y económicos se multiplican.
En estas materias, no es recomendable escatimar porque «barato sale caro» y, si por mal mantenimiento de la instalación solar es necesario hacer reparaciones posteriormente, el coste es el doble: no solo no obtenemos energía libre del sol para producir agua caliente (y calefacción en ciertos casos), pero también la cantidad de la disposición puede ser alta para poder reiniciar la instalación.
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