
Por Antonio Ocaña. Ingeniero industrial
Las cosas cambian rápidamente. Después de que el gobierno aprobó la Declaración ante la emergencia climática y medioambiental en EspañaParece que nuestro país ha pisado el acelerador para adaptarse al objetivo europeo de lograr una economía neutra en emisiones para 2050.
Para los hogares y las comunidades de propietarios, el cambio será gradual, pero deberán adaptar sus sistemas eléctricos e instalaciones térmicas a la nueva transición energética.
En esta transición, no estará solo. Contarán con el apoyo de instaladores, mantenedores y empresas de servicios energéticos (ESE), que les orientarán para hacer sus instalaciones más sostenibles.
Uno de los principales cambios que tendremos que afrontar en los próximos años será la desaparición de los combustibles fósiles. A pesar de que el gas natural sobrevivirá un tiempo como “combustible de transición”, finalmente en los hogares prevalecerá el autoconsumo de energía y el uso de energías renovables.
En 2019, las ventas de vehículos eléctricos en España aumentaron un 64%.
Esta transición es necesaria para conseguir una economía neutra en emisiones, ya que los edificios son responsables de más del 40% del total de energía que consumimos y por tanto de la contaminación que genera este consumo.
En el caso de las instalaciones térmicas, ya existen comunidades de propietarios que apuestan por equipo aerotermico que, combinado con la instalación de paneles fotovoltaicos, ofrecen aire acondicionado 100% renovable a sus hogares. Este cambio no se hace solo por la conciencia “ambiental” sino también por los beneficios económicos y el confort que generan.
La energía producida por el edificio a través del autoconsumo fotovoltaico También será fundamental proporcionar estaciones de carga para vehículos eléctricos. Si, por el momento, la penetración de vehículos eléctricos sigue siendo baja, está evolucionando positivamente y, en 2019, las ventas de vehículos eléctricos en España aumentaron un 64%.
Esta tendencia debería seguir intensificándose ya que la movilidad eléctrica es la gran apuesta en los centros urbanos, especialmente en las grandes ciudades, donde las restricciones a los vehículos contaminantes son cada vez más estrictas.
Por último, cabe destacar que estas tecnologías y energías deben gestionarse de forma inteligente. Es decir, es necesario detectar con precisión cuándo se consume más energía para poder elegir tarifas discriminatorias horarias que sean ventajosas para los propietarios, de manera que no aumenten los costos por el consumo excesivo de energía y, sobre todo, para utilizar solo la energía esencial cuando realmente se necesita.
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