Quien vive en comunidad sabe que no siempre se cuenta con los vecinos que mejor se adaptan a nuestras necesidades, horarios y vicisitudes. Pero ello no quiere decir que no se pueda estar bien, aunque a veces surjan desavenencias. Por eso queremos explicar brevemente cómo se solucionan los problemas entre vecinos y propietarios.

Pero, antes de continuar, explicar que no existe una varita mágica que permita que las rencillas y peleas se vayan a solucionar con facilidad. A veces hace falta mucha cintura y mano izquierda para alcanzar posiciones adecuadas cuando las posturas están muy enconadas y a notable distancia.

Sea como fuere, lo primero, siempre, será el diálogo. Hay que intentar que los problemas se solventen hablando de forma razonable, usando el sentido común, logrando que las partes cedan para encontrar una postura que beneficie a todos o que, cuanto menos, no perturbe a nadie.

La mediación será en todo momento un elemento a considerar para que alcanzar los citados acuerdos sea posible. Ahora bien, si no aparece en el horizonte cercano una solución próxima, habrá que apostar por figuras a las que consultar y que nos puedan ayudar a encontrar solvencia dando los pasos adecuados a seguir.

Descubre cómo se solucionan los problemas entre vecinos y propietarios y a qué figuras acudir

Veamos a qué personas podemos acudir cuanto tenemos problemas vecinales, ya sea entre inquilinos, o bien entre propietarios. Por fortuna, hay diversas instancias a las que recurrir para que estas situaciones indeseadas no se enquisten y se alarguen en el tiempo más de lo necesario.

Sea como fuere, y como decimos siempre y aquí ya hemos comentado, la buena voluntad de los vecinos, la mediación y el diálogo han de ser los primeros pasos y los más comunes para evitar situaciones que podrían desencadenar en conflictos graves que socaven la convivencia. Todo el mundo debe poner de su parte para la resolución pronta del problema.

Pero, si vemos que no es posible lograr tal fin entre los propios vecinos, podemos ir mirando estas diferentes posibilidades:

Hablar con el presidente de la comunidad

Un primer paso es acudir al presidente de la comunidad. Es el responsable de cuidar del buen funcionamiento de todo, por lo que será la primera figura a la que debe buscar un vecino para comentar su problema particular.

El presidente es un vecino más que, por los motivos que sea, tiene la responsabilidad temporal de preocuparse por el buen funcionamiento de la comunidad. Por tanto, él es quien tiene la potestad de convocar una junta para resolver problemas si de forma previa no se ha podido solventar el problema entre propietarios.

En cualquier caso, como presidente también puede mediar entre vecinos para intentar que alcancen una solución en común sin tener que acudir a instancias legales más elevadas.

Hablar con el administrador de la comunidad

Sea como fuere, el presidente de la comunidad no tiene por qué tener conocimientos elevados en asuntos judiciales, extrajudiciales o legales, todo ello en la índole de la administración de fincas. Por lo tanto, si no puede o no tiene herramientas para arreglar problemas entre vecinos, acudirá al administrador.

La asistencia del administrador será providencial, pues como profesional del gremio, sí que tiene los conocimientos y las herramientas adecuadas para saber cómo proceder en esta clase de controversias que no siempre son de fácil solución.

A través del administrador se pueden enviar burofax, notificaciones y demás para animar a los vecinos a que solucionen sus problemas por la vía propia o por medio de mediadores.

Acudir a la policía

Si después de consultar al presidente y al administrador no se han llegado a acuerdos, tocará ir a la policía. Cualquier vecino puede llamar a los agentes para que medien, para que traten de solucionar el problema de forma temporal y para practicar la denuncia adecuada siempre que lo considere necesario por lo intolerable de las situaciones vividas.

Consultar con un abogado especializado

Si hasta la fecha no se ha llegado a ningún acuerdo, llega el momento, como último recurso, de acudir a un profesional de la abogacía especializado en estos asuntos. Conviene que tenga experiencia jurídica en situaciones similares, y un elevado conocimiento del derecho y las leyes que rigen la propiedad horizontal. Así se podrá aspirar a lograr un trato previo o, en caso de que fuera necesario, llegar a juicio.

Así es como se solucionan los problemas entre vecinos y propietarios. La vía pacífica siempre será la óptima, de manera que no afecte en exceso a la vida en comunidad. Sea como fuere, si tienes más dudas o requieres de ayuda experta, puedes contactarnos siempre que lo necesites.

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