Para Padre Brachfield, experto en la lucha contra la morosidad
Aunque el delincuencia de las comunidades de propietarios de Madrid ascendió a 225,88 millones de euros en 2016, un 8,1% menos que en 2015 (245,79 millones) según datos elaborados por la Consejo General de Asociaciones de Administradores de la Propiedad, lo que se refleja en la segunda caída consecutiva, el nivel de morosidad por morosidad que han sufrido las comunidades de propietarios en los últimos años puede calificarse de epidemia.
Con la corriente Ley de propiedad horizontal No existen demasiadas herramientas para poder cobrar los importes impagos. Por lo tanto, es necesario intentar una recuperación amistosa de los incumplimientos del propietario incumplidor antes de iniciar una acción legal.
¿Cómo actuar de forma concreta en caso de avería?
Ésta es la cuestión crucial del cobro de deudas. El éxito del cobro radica en la capacidad del acreedor para analizar la situación, negociar un acuerdo de pago realista y razonable, encontrar argumentos para convencer al deudor y utilizar los instrumentos más adecuados para cada fase de la gestión. Además, el cobro de deudas no puede ser una función basada en la improvisaciónMás bien, requiere una sistematización, una metodología, procedimientos bien definidos, así como conocimientos y habilidades específicas.
Cuando el administrador de la propiedad se enfrenta a un propietario que atraviesa una situación de iliquidez temporal, su objetivo será percibir, pero, si es posible, mantener una buena relación con el vecino. Por otro lado, si es un moroso obstinado, debe tomar una acción decisiva para cobrar la deuda impaga.
Una vez concluido el contrato, debe traducirse en un documento que proteja los intereses de la comunidad de acreedores y en caso de incumplimiento, demostrar los buenos oficios del administrador y la mala fe del titular moroso.
Desde mi punto de vista, la fase de cobro amistoso es muy importante, por lo que el acreedor debe convencer al deudor de que pague voluntariamente. Cobrar un impago no es tarea fácil hoy en día, en muchas ocasiones será necesario reclamar la deuda por correo, correo electrónico, burofax; Además, será necesario contactar al deudor por teléfono y quizás visitarlo personalmente.
Otro punto es que tienes que ser pragmático, a veces no puede cobrar sus deudas inmediatamentey se debe negociar una solución amistosa que pueda implicar aplazamientos, novaciones, transacciones y compromisos de pago, dividiendo la deuda. Asimismo, una vez concluido el contrato, es necesario plasmar el contrato en un documento que proteja los intereses de la comunidad de acreedores y, en caso de incumplimiento, demuestre los buenos oficios del administrador y la mala fe del titular moroso.
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