¿Cómo podemos actuar contra los ruidos en tu comunidad? En la actualidad, este es un problema más activo que nunca. Y es que, entre los pisos turísticos que se granean por todas las ciudades y los apartamentos compartidos, generalmente habitados por gente joven alquilada, pero no solo en esos casos, muchas personas encuentran imposible vivir con tranquilidad en sus hogares.
Recobrar la paz es posible si se sabe cómo. Para ello existen recursos y herramientas legales que nos permiten combatir esta lacra, y todo ello siguiendo la Ley del Ruido, que establece los límites sonoros permitidos en una comunidad según las ordenanzas municipales, aunque en este caso cada ciudad tiene su propia legislación y sus números en forma de decibelios máximos permitidos.
Descubre cómo actuar contra los ruidos en tu comunidad que tanto te molestan
Según el INE de 2016, más del 16% de los españoles que viven en comunidad sufren un exceso de ruidos que producen sus vecinos. Y es que, en realidad, sobrepasar el umbral máximo permitido no es difícil, dado que poner la música demasiado alta o hacer obras constantes en un inmueble ya eleva el número de decibelios por encima de lo permisible, lo que se considera una violación del derecho a la intimidad personal y familiar.
Los límites
¿Cuáles son estos límites? Según la Ley del Ruido que se creó en 2003, y a la que se han ido uniendo varias normas de diversos ámbitos, desde europeos a autonómicos y municipales, hay ordenanzas sobradas para establecer los niveles permitidos en cada horario dependiendo de la zona en la que estemos situados, ya sean residenciales, industriales, destinadas a la docencia, etc.
En cualquier caso, los límites pueden variar, tanto en horario como en ciudades y regiones. Por tanto, no podemos establecer un máximo concreto en nuestro país, dado que existen dependencias locales que marcan desde qué hora a qué otra hora se permiten opciones más elevadas, y en qué localidades sucede.
Por lo general, durante la jornada laboral, están permitidos decibelios más elevados. En Madrid, por ejemplo, son 30 durante día y tarde. En la noche se baja a los 25. No obstante, también pueden variar para los fines de semana.
Sea como fuere, hemos de ser cuidadosos y tratar de no convertirnos en fuentes de problemas vecinales por culpa de los ruidos que salen de nuestros hogares. Igual que a nosotros no nos gusta ser molestados cuando estamos en nuestro ambiente, es normal que a los demás les ocurra lo mismo. Por tanto, se recomienda ser muy escrupulosos con estos límites y no superarlos nunca.
Los problemas que pueden surgir
Como es evidente, los ruidos excesivos acaban por causar problemas. En cualquier caso, es habitual que se tienda a buscar una solución amistosa. Aunque, si no es posible, habrá que acudir a estancias superiores.
Solución amistosa
Es la solución más fácil y la más interesante. El vecino o los vecinos que sufren el problema hablan con la persona o personas que son fuente de los ruidos y tratan de llegar a un acuerdo pactando lo mejor para todos.
Participación del presidente de la comunidad
Si la charla amistosa no prospera, debemos acudir al presidente de la comunidad. Este hablará con el vecino problemático en virtud de la Ley de Propiedad Horizontal. Para tener más apoyo legal, conviene que reciba el consejo del administrador de la comunidad, que conocerá más a fondo la LPH.
Demanda
Si todo lo anterior no ha funcionado, el presidente tiene la potestad de convocar una junta de propietarios para tomar decisiones. Si los ruidos no cesan, se puede presentar una demanda contra el propietario, sea él o no el que viva en el inmueble y sea origen de los ruidos. Y es que, dicha vivienda, por ejemplo, podría estar alquilada. En cualquier caso, como dueño debe tomar medidas.
Esta es una fórmula más exigente y extrema, pero cuando no hay forma de solucionar el problema de manera amigable, no queda más remedio que acudir a los tribunales para que sea un juez quien decida cómo se solventa el asunto.
Hay abogados especializados en administración de fincas y comunidades de vecinos cuyos servicios serán muy útiles en estos momentos. En cualquier caso, hemos de tener a favor cuantas más pruebas mejor. Si son muy molestos, puede ser que haya partes de bajas laborales, de tratamientos médicos, informes policiales, vecinos como testigos, etc.
Una situación así nunca es plato de buen gusto. En cualquier caso, ya sabes cómo actuar contra los ruidos en tu comunidad. Si tienes más dudas, no tardes en contactarnos para que empecemos a trabajar cuanto antes.
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