Por Máximo Ezquerro Cortés – Junio ​​de 2021

Todas las personas, tratamos de lograr nuestros objetivos en la vida, satisfacer las necesidades y deseos presentes y futuros. Es parte de la autorrealización personal.

Ahora bien, todo esto no es fácil, nada fácil, con nuestros propios recursos, y en muchas ocasiones esto nos lleva a endeudarnos. Ya sea con préstamos personales, o con la hipoteca de nuestras viviendas.

Las familias españolas generalmente no tienen una formación financiera adecuada. Y debido a nuestra cultura de estilo de vida, una vez que ponemos dinero en el banco, no pensamos mucho en el futuro y gastamos, muchas veces, más de lo que debemos. Para cambiar nuestra situación, inevitablemente pasa por un inevitable cambio de mentalidad. Cambie nuestra fórmula de finanzas personales, pasando de: Ingresos – Gastos = Ahorros, a: Ingresos – Ahorros = Gastos.

La pregunta que podría hacerse ahora es: ¿Cuánto debo ahorrar? Porque, si no lo calculamos, no sabremos cuánto margen de gasto tendremos. En una reciente noticias de eleconomista.es, se recomienda una regla muy interesante, la regla 50/30/20. Esta propuesta nos dice que debemos ahorrar el 20% de nuestros ingresos y usarlo para crear un fondo de emergencia o metas futuras.

Una vez que estemos convencidos y conscientes de que priorizamos el ahorro sobre el gasto, y sabemos cuánto deberíamos ahorrar, pasaremos al siguiente problema. ¿Dónde pongo mis ahorros?

Mirando a las personas, la respuesta no es fácil de responder, ya que cada persona es diferente. Las personas tienen diferentes tolerancias al riesgo y también diferentes horizontes de tiempo para ahorrar nuestro dinero.

Y si miramos a los productos financieros, también hay multitud de posibilidades, con diferentes escenarios de garantía, rentabilidad, fiscalidad, liquidez, etc.

Por tanto, no es una respuesta fácil que se pueda dar para cubrir todos los posibles casos de estudio de los lectores de este artículo. Pero con eso en mente, te contaré qué es para mí la planificación financiera profesional y las herramientas asociadas que me parecen muy interesantes, ya que en muchos casos son la mejor alternativa.

Lo primero en lo que debemos pensar es ¿Cuándo necesitaré el dinero?

Siempre debemos tener en cuenta el inflación y el impuestos. Para aquellos que no están familiarizados con estos términos:

Con estos conceptos básicos claros, sorprende que la empresa española tenga sus ahorros principalmente en cuentas bancarias. En concreto, el 42% del ahorro según datos de INVERCO.

Esta situación no ayuda a estas familias a lograr sus objetivos. Pongamos un ejemplo: Pablo, de 35 años, cuya jubilación le empieza a preocupar. ¿Cuánto dinero necesitas ahorrar?

Teniendo en cuenta que el fondo de pensiones se está agotando y que es un enigma si habrá dinero para personas de esta edad, esta persona decide calcular el dinero que necesitará para jubilarse. Se sugiere que quiera recibir unos 2.000 €. al mes, para poder jubilarte con un poco de tranquilidad. Suponiendo que se jubila a los 65 años y que vivirá unos 20 años jubilado, el resultado sería: 20 años x 12 meses x 2.000 € = 480.000 €.

Tendremos que dividir esta cantidad por los meses hasta los 65 años, para saber cuánto dinero tienes que depositar en tu cuenta bancaria: de 35 a 65, hay 30 años. Dividiendo 480.000 € entre 30, y en 12 meses = 1.333,33 € al mes.

Si Pablo, en este ejemplo, suponemos que gana 2.000 €, ¿crees que ahorrando utilizando solo su cuenta bancaria podrá jubilarse como quiera?

¿Qué pasaría si hiciéramos este cálculo para los gastos que podría enfrentar antes, como la educación de sus hijos? ¿Qué objetivos prescindirás primero? O … ¿cuánta deuda tendrás que pedir prestada al banco? Los préstamos cobran intereses de una manera llamada «interés compuesto».

El interés compuesto puede ser la clave para marcar la diferencia en nuestras vidas. Estoy tan convencido de esta afirmación que el propio Albert Einstein citó estas frases refiriéndose al interés compuesto:

El concepto de interés compuesto, explicado metafóricamente, es como una bola de nieve que gira cuesta abajo. Los intereses devengados cada día / mes / año se suman al aporte que se realiza. Para que nuestra bola se haga cada vez más grande. Para ser claros, la fórmula para calcular el capital que podemos obtener con interés compuesto es una ecuación exponencial, y es la siguiente:

Capital final = Capital inicial x (1 +% de interés) ^ n

El último factor de la ecuación, N, es el tiempo. Determinar la curvatura en la evolución de nuestro dinero, que tendrá la expectativa de convertirse en un modelo exponencial, que se dibujaría matemáticamente como algo así:

Cuanto más larga la fórmula tiende al infinito. La velocidad de la subida dependerá del tipo de interés que apliquemos. Por eso siempre es bueno elegir alternativas altamente rentables.

Ya he mencionado que los préstamos que podemos necesitar funcionan con interés compuesto. Entonces, viendo la situación como una batalla contra nuestro prestamista, ¿no cree que sería una buena idea pelear la batalla con las mismas armas?

¿Y qué productos son los que me permitirían acceder al interés compuesto? Planes de pensiones, fondos de inversión, Unit Linked, PIAS, SIALP, entre otros.

Probablemente, de estos nombres, sólo los dos primeros te suenan vagamente. Planes de pensiones porque están muy publicitados en televisión, y porque es la herramienta que más ofrecen los banqueros (no los recomiendo, por su tributación y que no los vas a poder guardar hasta que te jubiles, o le pase algo). usted); y fondos de inversión, porque la gente lo asocia con gente rica con mucho poder adquisitivo, ya que, en ocasiones, las cuotas mínimas de entrada son prohibitivas.

Bueno, dicho esto, te explico las diferentes alternativas:

Por ejemplo, si un cliente tiene 66 años y canjea su dinero en forma de anualidad, pagaría el 20% del monto que tendría que pagar si lo canjeara en forma de suma global. Suponiendo que el beneficio fuera de 300.000 €, pagaría:

Probablemente notarás que no lo recomiendo ni depósitos bancarios, ni inversiones inmobiliarias (en alquiler), ya que ambos, en general trabajan con simple interés. Los depósitos bancarios, por regla general, se destinan a intereses simples (el beneficio no aumenta el capital sobre el que se aplica el% de interés). No siempre es así, por lo que te aconsejo que estudies si los depósitos que ofrece el banco pagan intereses al aumentar la base de ahorro que depositas. Por otro lado, las inversiones en bienes raíces son claramente de interés simple, ya que se paga una gran suma de dinero por la adquisición, y el dinero que se recibirá, será la renta, que, a menos que cambie el arrendatario o el contrato, será casi constante, aumentando levemente por el IPC Además, el valor de la vivienda puede depreciarse o revalorizarse, pero cualquier compra o venta implica fuertes impuestos / comisiones o servicios (ITP, AJD, plusvalía, notario, tasación, etc.). Y no menos importante es el riesgo de que el inquilino deje de pagar, o que un ocupante no autorizado ingrese a la casa, con el consiguiente gasto de evacuación y reparación de los daños ocasionados.

Conociendo las diferentes herramientas que podemos emplear, voy a explicar lo que, en mi humilde opinión, es una estrategia interesante, y recomendada en general (puede que no sea válida para todos, por lo que siempre recomiendo contar con una consultora financiera experta).

Creo que una buena planificación financiera debe componerse de la siguiente manera:

A la hora de invertir, si buscamos un interés compuesto para aplicar con rentabilidades atractivas, no queda más remedio que invertir en productos con riesgo. Con el fin de aumentar la seguridad, hay dos conceptos que nos ayudarán a mitigar el riesgo y que debemos intentar implementar en nuestra planificación.

Después de toda esta información, que espero que hayas podido comprender, te recomiendo que confíes siempre en un experto financiero, que pueda ofrecerte un amplio abanico de posibilidades, y que pueda ofrecerte las que mejor se adapten a tu perfil de tolerancia al riesgo y horizonte de tiempo para el que se necesita dinero. Estaré encantado de responder a los comentarios con sus preguntas, en este mismo foro. Pero si quieres contactarme directamente, puedes enviar cualquier consulta a la siguiente dirección de correo electrónico: info@maezco.com

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